La evolución hacia la marcha bípeda produjo determinados cambios estructurales en el cuerpo; el origen de la clavícula, el paso de las funciones defensivas y prensoras de la mandíbula a las extremidades superiores, la configuración de la región bucofaríngea como órgano de la fonación, etc...
Uno de los cambios más importantes de la evolución de nuestro cráneo es la rotación posterior del occipital, modificando completamente el volumen intracraneal y originando nuevos cambios como en aparatos como el de la masticación.
Se prolongaron las apófisis pterigoideas, aumento la altura del maxilar superior y de las ramas ascendentes de la mandíbula, al mismo tiempo que descendió el paladar óseo y el cuerpo horizontal de la mandíbula.
Con el retroceso de las porciones alveolares superiores e inferiores, se reforzaron. La espina nasal y la sínfisis de la mandíbula.
La rotación externa y hacia abajo del peñasco externo de la mastoides facilito el movimiento deslizante de la charnela, propio del ser humano.
La articulación temporomandibular (ATM) es una adquisición reciente en la filogenia del ser humano.
En los mamíferos primitivos se unen las partes posterior y anterior del arco branquial, mientras que en el ser humano la mandíbula se une al hueso temporal.
La mandíbula surge del tejido mesenquimatoso, alrededor de los cartílagos de Meckel por osificación ligamentaria.
A partir de la apófisis maxilar superior se forman por osificación ligamentaria el maxilar superior, el cigomático y la escama del temporal.
Hasta la 7ª semana, el embrión mide unos 22 mm y el rostro se encuentra aun encajado entre el crecimiento del encéfalo y la protuberancia del corazón.
Cuando el corazón del embrión inicia su proceso de descenso, siguiendo al diafragma junto con las vísceras y mientras a su vez asciende el encéfalo para continuar su crecimiento.
Se crea un espacio para el crecimiento longitudinal del rostro, es entonces cuando aparece un crecimiento posterosuperior de la rama de la mandíbula en divergencia y la prolongación en el conjunto mandibular hacia abajo y hacia delante.
El nervio mandibular es la primera estructura que se forma en la zona.
La actividad del musculo pterigoideo lateral regula el desarrollo de la apófisis condilar, la actividad de los músculos masetero y pterigoideo influye en el desarrollo de ángulo y la rama ascendente de la mandíbula.
A su vez, el músculo temporal ayudara al desarrollo de la apófisis coronoides en sentido supero/posterior y los anclajes de los dientes, darán la formación alveolar y el movimiento vertical a los dientes.
Existe una estrecha relación entre la estática corporal y la función estructurada de la articulación temporomandibular.
Los triángulos funcionales vinculados con las lineas de gravedad, relacionan la estática corporal directamente con la ATM, ya que sus anclajes se encuentran dentro del triangulo superior del poliedro gravitatorio.
Cualquier influjo de torsión pélvica que se haya en el triangulo inferior de este poliedro o diferencia de longitud en piernas, va a influir directamente en la oclusión de la mandíbula, creando un desequilibrio notorio, por el traslado de fuerzas a través de las lineas de la gravedad.
Estos triángulos funcionales utilizan las cadenas musculares para interconectarse a lo largo de toda nuestra columna vertebral, generando zonas de compensación que posteriormente pasaran a formar parte de los patrones sintomatológicos que hoy en día conocemos, derivados de los dolores de espalda más comunes.
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