La filosofía Kaizen tiene su origen en la cultura japonesa, como es bien conocido los japoneses se caracterizan por su exigencia y búsqueda de la perfección, y seguir esta filosofía supone asumir la cultura del mejoramiento continuo, tomando una posición filosófica de realizar cualquier actividad “hoy mejor que mañana y mañana mejor que hoy”.
Kaizen quiere decir “mejora continua” y es una filosofía ancestral que podría enseñarte mucho más de ti y tus rutinas.
Solamente ponte a pensar:
¿cuántas veces al día pospones algo o dices que lo harás mañana?
Ese tan famoso “ahorita” que es muy conocido, pero que en ocasiones nunca llega.
¿Te imaginas si todo lo que pospones lo hicieras en ese momento?
¿Cuántas cosas no harías en el día?
Este método japonés tiene como premisa que te dediques simplemente 1 minuto entero a lo que sea que quieras hacer.
Ya sea terminar con una tarea o dedicarte tiempo para ti.
Puedes leer, salir a caminar, meditar, hacer ejercicios de respiración, hacer abdominales, flexiones, planchas, saltar la cuerda o alguna otra actividad física, ordenar uno de tus cajones, limpiar un mueble, o cualquier otra cosa que hayas pospuesto o que te haga sentir bien.
El secreto está en la gradualidad y la continuidad, al poner en práctica cambios tan pequeños, te resultará imposible fallar o procrastinar.
Toma en cuenta que el Kaizen significa ir a tu propio ritmo, esforzándote cada día un poco más y llegando cada día un poco más lejos.
Es fundamental crear pequeños y nuevos hábitos que posteriormente den lugar a transformaciones permanentes.
Una de las ideas esenciales de esta filosofía es que los pequeños cambios, realizados de manera continua a lo largo del tiempo, tienen un gran impacto en nuestra vida.
Adoptar el kaizen es asumir la cultura de mejoramiento continuo que se centra en la eliminación de los desperdicios y en los despilfarros de los sistemas productivos, alumbrando el reto continuo para mejorar los estándares y que se puede concretar en la frase: todo proceso de cambio debe comenzar con una decisión y debe ser progresivo en el tiempo, sin marcha atrás.
Este método resulta tan funcional, que poco a poco se ha introducido en otros ámbitos y hoy en día lo encontramos de aplicación en todos los aspectos de la vida.
En concreto en el ámbito del crecimiento personal, este método se aplica en los procesos de establecimiento de tus metas personales y de crecimiento personal.
El método Kaizen nos llama a no caer en la inercia, a no dejar pasar el día sin haber mejorado en algo. Lo importante aquí es que no te enfoques en la meta final, sino que realmente te concentres en el proceso. Este modelo nos ayuda, sobre todo, a cultivar un estilo de vida en el que siempre hay una mejora, un avance.
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