Para interpretar la música, utilizamos un sistema de códigos y signos, con los cuales somos capaces de leer, descifrar y dar forma a la expresión musical y con ellos formamos las mejores melodías.
Algo similar ocurre con los humanos, el genoma humano funciona de forma similar a una partitura musical, donde la secuencia de ADN contiene las instrucciones para producir las proteínas y otros elementos funcionales, y los mecanismos epigenéticos regulan cómo y en qué grado tienen que expresarse.
El conjunto de elementos que regulan la expresión de los genes sin alterar la secuencia de ADN, es el epigenoma. Todas las células del cuerpo humano contienen el mismo material genético, pero no todas ellas expresan los mismos genes. Cada tipo celular, contiene un programa genético diferente, únicamente se expresan los genes que necesitan.
Por otra parte, cuando las células expresan los genes, necesitan hacerlo en el momento y cantidad adecuada.
Una de las características del epigenoma es que no es estático y puede modificarse. A lo largo de nuestra vida, el epigenoma registra las experiencias de la célula, así como la influencia del ambiente sobre las mismas.
La epigenética actúa como puente entre los genes y el ambiente. Algunos factores ambientales, como el tabaco, o la nutrición pueden iniciar procesos químicos que lleven a cambios en el epigenoma. Los elementos que conforman nuestro mundo interno, como creencias, pensamientos y emociones, influyen tanto en la actividad de nuestros genes como los factores externos.
Por lo tanto, deberíamos ser exquisitos a la hora de elegir también nuestro mundo interior, y procurar llenarlo de pensamientos positivos y sentimientos amorosos, que además de beneficiar nuestra inmunología, van a llenar el Universo de vibraciones altas, que es algo que nos beneficiara a todos en general, ya que todos formamos parte de ese sistema.
En física cuántica se habla de resonancia armónica y se refiere a la vibración entre dos o más ondas que comparten, tanto la misma frecuencia, como la misma amplitud y que se encuentra distribuida en la naturaleza.
A través del epigenoma, los recuerdos se pasan de generación en generación. En el campo cuántico energético emitimos pensamientos y emociones que se expresan en vibraciones que se mezclan con las de otras personas y nuestros pensamientos reconocen otras frecuencias vibratorias también. Sin embargo cuando emitimos pensamientos negativos en todo lo que nos rodea (epigenética del comportamiento) creamos caos y desarmonía o falta de coherencia entre los pensamientos vibratorios, actitud que no será beneficiosa para el entorno, pero muchísimo menos para nosotros mismos.
Teniendo como referencia estos pequeños datos, creo que es el momento de pensar...¿qué estamos haciendo mal, para que muchas veces sintamos que todo gira en contra de nuestro entorno?. ¿Qué actitud debo tomar, para que todo este en armonía y no en caos? Si mis pensamientos van a dar forma a la melodía de mi vida...¿qué estamos haciendo con nuestras mentes?
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