Los músculos no dejan de trabajar, al respirar, al mantenernos erguidos, al caminar... están en actividad constante y a veces en tensión permanente. los músculos no funcionan aisladamente y, cuando uno sufre un traumatismo los otros se adaptan y realizan compensaciones para evitar el dolor.
Las posturas y movimientos normales de la columna vertebral, trabajan coordinadamente distintos grupos musculares.
Según su función estos músculos se agrupan en “cadenas musculares”; cadena póstero-anterior ; antero-posterior ; antero-medial ; póstero-medial ; y pósterlo-lateral.
Asumimos que a raíz de vicios posturales o, más frecuentemente, desequilibrios entre cadenas musculares, algunos músculos están sometidos a una carga mayor de la normal y tienden a sobrecargarse, contracturarse y/o acortarse, mientras que otros se debilitan.
La teoría que más se acepta para explicar las alteraciones de la postura, es la del acortamiento de los músculos que conforman la cadena posterior, situación que se produce como consecuencia de factores físicos (sobreuso, malas posturas), psicológicos (estados de ánimo, personalidad), hereditarios y contextuales provocando aumento de las lordosis como primera compensación con acortamiento de los músculos que forman la cadena posterior y el debilitamiento de los músculos antagonistas.
La postura no puede verse como algo estático, sino que está en desequilibrio anterior, porque la movilidad del ser humano, lo lleva a variar de posición con frecuencia para lograr los objetivos que se propone.
Un enfoque diferente plantea la existencia de seis cadenas o familias musculares por las cuales el cuerpo expresa sus sentimientos y emociones.
Cada pulsión emocional se materializa en acciones musculares que crean un desequilibrio en el cuerpo, modificando la postura en una dirección dada.
Esto constituye el lenguaje hablado del cuerpo.
Sin embargo, cuando una emoción se instala de modo permanente, también lo hace el desequilibrio, de modo que el cuerpo se ve obligado a reclutar una cantidad cada vez mayor de músculos y, además, de forma permanente.
Se describen 6 cadenas musculares funcionales, que se utilizan en los movimientos corporales normales:
Cadena Antero-mediana (AM): se asocia con una actividad y la necesidad de ser amado. La cadena AM es responsable del posicionamiento de D8 y de la cifosis torácica fisiológica. Posee un patrón flexor.
Cadena Postero-mediana (PM): la cadena de la mediana posterior se asocia con la necesidad de acción, autorrealización y rendimiento. Se caracteriza por la expresión corporal hacia adelante. La cadena de PM es esencial para mantener la alineación vertical. Posee un patrón extensor.
Cadena Antero-lateral (AL): la cadena anterior-lateral (AL), se asocia a una forma introvertida en expresarse. La cadena AL favorecer la aducción, la flexión y la rotación interna de las extremidades inferiores y superiores, creando una actitud de timidez.
Cadena Posterolateral (PL): la cadena posterior-lateral (PL) está asociada con una vía extrovertida y con la necesidad de comunicarse con el mundo exterior. La cadena PL favorece la abducción y la rotación externa de las extremidades inferiores y superiores, creando una postura extendida
Cadena Antero-posterior (AP) y Postero-anterior (PA): la posterior-anterior (PA) y anterior-posterior (AP) es una cadena doble. PA es caracterizada por la necesidad en la búsqueda de ideales y la individualidad. AP es responsable de proporcionar el ritmo para el cuerpo. La PA se activa durante la inspiración, ya que la AP actúa en la fase espiratoria de la respiración. Cuando estas cadenas pierden su sinergia, actuarán de forma independiente y crearán una disfunción en el cuerpo y su postura.
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